Pedagogía basada en la acción: definición, principios y ejemplos
La pedagogía basada en la acción es la base conceptual de la propuesta del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCER) del Consejo de Europa (2001 y 2008) que "está orientada a la acción en la medida en que considera a los usuarios y aprendices de idiomas principalmente como ' agentes sociales', es decir, miembros de la sociedad que tienen tareas (no exclusivamente relacionadas con el lenguaje) que realizar en un conjunto dado de circunstancias, en un entorno específico y en un campo de acción particular”.
En cuanto a la ejecución de estas tareas, el enfoque orientado a la acción tiene en cuenta los recursos cognitivos, emocionales y volitivos de la persona, así como todas las capacidades específicas que la persona pone en práctica como agente social. El enfoque orientado a la acción otorga gran importancia a la formulación de objetivos de aprendizaje.
La pedagogía basada en la acción es un enfoque de la enseñanza que sitúa al alumno en el centro. Se basa en la agencia humana mediada socioculturalmente y se centra en lo que hacen y dicen los docentes y los alumnos cuando participan en actividades significativas de enseñanza y aprendizaje.
Definición de pedagogía orientada a la acción
El enfoque orientado a la acción para la enseñanza de idiomas ve la comunicación como una actividad social destinada a realizar tareas específicas. El Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCER) aboga por ir más allá del enfoque comunicativo para enfatizar el uso activo de la lengua que desarrolla cinco habilidades lingüísticas: producción oral, interacción oral, recepción oral, recepción escrita y producción escrita. Reconoce a los alumnos como participantes activos en el proceso de aprendizaje.
La pedagogía basada en la acción es un método de enseñanza basado en la investigación del cerebro que apoya la conexión entre el movimiento y el aprendizaje para mejorar el rendimiento académico y el comportamiento.
Se enfoca en aplicar la investigación del cerebro al entorno de aprendizaje, comprender la conexión entre el cerebro y el cuerpo, y cómo podemos usar el movimiento para preparar el cerebro para aprender.
La pedagogía basada en la acción utiliza estrategias de aprendizaje activas y actividades significativas para los alumnos.
Beneficios de la pedagogía orientada a la acción
Cuando los estudiantes participan activamente en resolución de problemas en la vida real o en la creación de proyectos con un propósito, no solo participan en una comunicación significativa, sino que también están expuestos a contenido cognitivamente estimulante mientras investigan, evalúan y organizan recursos e información para completar tareas.
Procesar este contenido requiere un pensamiento complejo y de alto nivel, lo que permite a los alumnos participar en un trabajo intelectual significativo y auténtico. Manipular, transformar, sintetizar, explicar e interpretar información significativa mejora la retención y comprensión del conocimiento y, por lo tanto, ofrece una mejor oportunidad de conducir a una mayor participación y rendimiento académico de los estudiantes.
Además, un currículo orientado a la acción que sea culturalmente inclusivo, ya que tiene en cuenta los valores socioculturales y las perspectivas del estudiante y su comunidad, conduce a mejores resultados de aprendizaje. Ayuda a desarrollar un sentido positivo de sí mismo en el alumno, cuya identidad multicultural y multilingüe es valorada y respetada.
Por último, más que las habilidades lingüísticas, al situar al alumno en el centro de la acción, el enfoque orientado a la acción crea un entorno y una dinámica propicios para el desarrollo de habilidades de aprendizaje a lo largo de toda la vida, como el pensamiento crítico y la creatividad, la resiliencia, la competencia intercultural y la autonomía. .
Los principios del enfoque orientado a la acción
El enfoque orientado a la acción afirma que el aprendizaje es un proceso no lineal que se manifiesta de manera impredecible. Implica una serie de actividades significativas; estas actividades son de hecho parte del sistema dinámico actividades escolares. Los maestros a menudo piensan que el sistema, en muchos sentidos, está dando pistas o se autoorganiza. De las actividades emerge una comunidad de práctica como resultado de metas, rutinas y procedimientos compartidos, evidentes en interacciones, relaciones y personalidades.
Además, la pedagogía orientada a la acción enfatiza los procesos de aprendizaje que combinan la interacción social, el trabajo cognitivo y reflexivo en el aula. Representa una participación procesual en las acciones educativas. La idea es permitir la consideración de diversas fortalezas en la escuela, particularmente con respecto a las diferencias individuales. A través de las diversas formas de actividad en las que se involucran los profesores y los alumnos, emergen procesos alcanzables y son dominados por elecciones y necesidades.
La pedagogía basada en la acción ve a los alumnos como personas completas. Son escuchados y respetados como oradores plenos y agentes de su propio destino educativo. Deben tener cosas que decirse entre ellos y al profesor en clase que vayan más allá de las frases que se ofrecen en los libros de texto abiertos en la misma página al mismo tiempo por todos los alumnos de la clase. Ella enfatiza que los aprendices activos, cuyas acciones son iniciadas por ellos mismos en lugar de instruidas por el maestro o el sistema, se fortalecen en términos de motivación intrínseca y autonomía. La pedagogía basada en la acción estimula la motivación y la autonomía en el aprendizaje.
El enfoque orientado a la acción está estrechamente relacionado con otros enfoques como la pedagogía basada en proyectos, la experiencia exploratoria, el aprendizaje asistido por computadora, etc. Todos ven al aprendiz como una persona activa que no solo memoriza hechos de memoria o recibe información, sino que también se dedica a construir conocimiento.
Ella enfatiza que la experiencia de un individuo puede inferir el proceso educativo. Esta situación exige la inclusión de la persona, en lo personal, social, intelectual, cultural, a fin de permitirle operar en el medio a nivel individual, social o político, en beneficio propio y de la sociedad.
Enfoque basado en la acción: ejemplos de tareas
El método basado en la acción se desarrolló en la década de 2000. En este método, las palabras se enseñan en un contexto social y cultural y con ejercicios basados en la acción.
No enseñamos las palabras, los aprendices se apropian del idioma a través de tareas que satisfacen las necesidades inmediatas de los aprendices.
No hay duda de que las herramientas y los materiales multimedia se están desarrollando muy rápidamente en estos días y el enfoque orientado a la acción da como resultado materiales únicos y originales. En la enseñanza del vocabulario, además de los diversos ejercicios y actividades que tienen lugar en los libros de texto, se puede utilizar cualquier tipo de material, desde videos musicales hasta informes meteorológicos, desde redes sociales hasta anuncios en periódicos. Actividades como la técnica de preguntas y respuestas, la demostración, la lluvia de ideas, los juegos didácticos y los juegos de rol están al servicio de la enseñanza del vocabulario.
La enseñanza del vocabulario puede ser mantenida por la agencia de las misiones que se realizan en la sociedad en el contenido de las acciones comunes.
Los alumnos actúan (es decir, toman medidas) para realizar tareas. Estos son los elementos clave de una tarea de:
- Los alumnos son vistos como 'agentes sociales' que actúan en situaciones de aprendizaje reales, auténticas y significativas.
- La acción tiene un propósito específico, con una aplicación en la vida real.
- Hay un producto final o un artefacto.
- Los alumnos tratan con textos y experiencias auténticos y reales.
- Hay condiciones y restricciones.
- Hay una colaboración.
- Los alumnos recurren a todos sus recursos y los desarrollan.
- Los estudiantes toman decisiones, piensan y actúan estratégicamente.